Jungkook despertó de buen ánimo, claramente eso no tenía nada que ver con que cierto alfa de lindos ojos jade llegara a la empresa.

Se bajó del automóvil saludando a Jiyong como siempre, sacudió la estúpida nieve de sus zapatos y se dirigió al salón principal.

Saludó al personal que encontraba en el camino, los trabajadores iban de aquí por allá llevando algunas cajas en manos, la demanda fue una locura. Seokjin sugirió ampliar el mercado creando un líquido especial que estaba en presentación de un gotero, servía para saber si las bebidas que servían en pubs o bares estaban siendo adulteradas.

Si la bebida cambiaba de color al poner una gotita era porque contenía algún tipo de droga.

Fue un total éxito, además de unos inhibidores para situaciones extremas cuando algún omega o alfa entrara en celo desprevenidamente, se aplicaban la loción y este amortiguaba el olor para no afectar a los demás, muchos omegas acudieron a comprarlo porque su compuesto les daba un tiempo antes que llegara el calor y pudieran estar a salvo, fue un proceso algo largo por las verificaciones y aprobaciones legales pero lo lograron.

Con pasos apresurados se dirigió a la sala donde debía ultimar los detalles para el encargo de aquel alfa por su omega fallecida, al terminar se apresuró a ir a su oficina, saludó a Jongin quien ahora estaba con un traje un poco más ajustado y algo color en sus labios.

El alfa pasó de largo dando los buenos días, al entrar encontró a Seokjin de piernas cruzadas leyendo algo en la portátil.

—Buenos días, Jin.

—Hola, Jungkook —el omega le tendió un café sobre la mesa y puso pastillas frente a él sin despegar la vista del aparato.

—¿Algo para hoy?

—Sí, justo está siendo entregado un pedido del líquido, también un lote de inhibidores salió hace media hora. Namjoon habló con unos inversionistas para fijar algún contrato sobre la creación de una línea de apaciguadores de olor para alfas, esto para que los omegas estén tranquilos y no se vean afectados por los densos olores.

—Perfecto.

—Por la tarde vendrán los chicos de Fantasy para la decoración, si deseas yo me hago cargo y tú te puedes retirar.

—No, yo supervisaré todo —demandó rápidamente.

—¿Qué? —el omega despegó la vista del aparato.

—Que yo me haré cargo —respondió sonriendo ladino.

El omega notó las pastillas sobre la mesa —¿No te duele la cabeza?

—No.

—Eso es genial —aplaudió emocionado, el alfa le restó importancia, el omega le vio fijamente—. Oye, ¿te sientes bien?

—Por supuesto que sí, ¿por qué lo preguntas?

—Te ves extraño...

—Estoy jodidamente igual que siempre.

—No, hay algo diferente —lo examinó mejor—. Es que estás como brillante, tu cara se ve resplandeciente y estás más sonriente.

Jungkook cambió su rostro volviéndose totalmente serio —No me jodas Seokjin, sigo igual.

El omega se puso de pie acercando su mano a la frente del alfa —No tienes fiebre —afirmó quisquilloso.

—¿A qué mierda viene eso?

—A que jodidamente el señor Grinch y mejor amigo del Ebenezer Scrooge en sus tiempos de locura quiere estar presente cuando estén decorando con la mierda que odia.

—Exageras, solo me quiero involucrar con todos, sentir esa estupidez de la que ustedes hablan todo el tiempo.

Namjoon pasaba por la puerta, quedándose quieto ante el duelo de miradas que tenían su omega y su mejor amigo.

—Amor... —Seokjin llamó preocupado sin quitar la vista de su jefe.

El alfa llegó a su lado intentando distraerlo con un beso en sus labios, pero Seokjin no despegó la vista de su jefe.

—¿No ves algo raro en Jungkook?

—No —respondió tomando su mano para entrelazar sus dedos.

—Algo le sucede —insistió.

—¿Por qué lo dices? —preguntó el morocho mirando a su amigo.

—Porque estaba revisando el esquema que Jimin me envió por correo.

—¿Quién es Jimin? ¿Qué esquema?

—El alfa encargado de la decoración de este año, me envió un boceto diciendo que Jungkook estuvo de acuerdo con todo lo que viene.

—No entiendo amor... —tanto Namjoon como Jungkook lucían totalmente confundidos.

—Que este cabrón anti-Navidad aceptó que Santa vomitara en la empresa —dijo algo emocionado y algo burlesco.

—¿¡Qué!? —ambos alfas preguntaron al mismo tiempo.

—Jungkook aceptó una gran decoración, creo que es la mejor que tendremos en años y sin mencionar el intercambio y la cena que se organizará —aplaudió emocionado.

El pelinegro pensó que debió prestar más atención en lo que Jimin decía, como un total idiota solo asentía con la cabeza a todo lo que el alfa emocionado proponía, pero sus labios lucían tan...

—Jungkook, ¿qué mierda te sucede?

—No me jodan, querían algo bueno, pues ahí lo tienen —quiso defenderse sin dejar que sus metidos amigos pudieran rondar en donde no debían.

Seokjin canturreaba lo emocionado que estaba diciendo que todos amarían las fiestas este año, por su parte Namjoon no le quitaba la vista a su amigo quien tenía mirada perdida y la comisura de sus labios un poco elevada hacia arriba.

—¿Qué bicho te picó?

—No sé de qué hablan, mejor vayan y continúen con su trabajo.

—Todo está listo.

—Así es —Seokjin se acercó sentándose en el regazo de su alfa—. Traerán a Jia en un rato, mi pequeña cachorrita no deja de preguntar por nosotros.

—Perfecto, me hace falta ver a la enana.

Pasaron el rato conversando, Jungkook pidió algo para almorzar, mientras compartían Jongin les informó que la pequeña llegó junto a su niñera. Seokjin salió a su encuentro tomándola en brazos para llenarla de besos en todo su lindo y tierno rostro.

Era una linda omega muy extrovertida, con la sonrisa de Seokjin y los ojos de Namjoon, sus densas pestañas y sus mejillas redondas, ojos color miel, cabello algo ondulado, ahora llevaba corto, ya que por una travesura lo cortó estando en la empresa.

Al llegar a la oficina corrió a saludar a Namjoon, vestía un vestido de pana color rojo, una gabardina negra, medias negras y zapatitos de charol negros, una verdadera muñeca.

Luego de saludar a su papi, se tiró a los brazos de su tío Jungkook, escondiéndose en su cuello para sentir su olor.

—Hola, tío Kook.

—Hola, pequeño terremoto, ¿tienes hambre?

—No, ya cené, gracias —respondió aún confundida con los tiempos.

—Se dice ya almorcé, pequeña.

Luego de jugar un poco con la cachorra, Seokjin se apareció de nuevo informando que Jimin llegó, Jungkook sonrió tomando a Jia en brazos —Te quiero presentar a alguien.

—¿Un amigo nuevo? —preguntó emocionada.

—Yo creo que sí —le sonrió acomodando el moño en su cabello.

Seokjin elevó una ceja y Jungkook sobó sus manos para disipar la emoción.

Segundos después, en el pasillo se escuchó un parloteo, Namjoon abrió la puerta mostrando a Jimin con unos pantalones negros y un suéter de cuello alto y una gabardina color café, en sus manos traía recipientes humeantes.

El ceño de Jungkook se frunció cuando lo vio entrar con otro alfa, Jimin le dijo algo cerca y este levantó la mano en forma de saludo.

—Hola a todos, soy Taehyung, es un gusto.

—Seokjin —respondió el omega acercándose para estrechar su mano.

La pequeña cachorra se acercó sonriendo aplicando lo que su mami le enseñó cada que conocía a alguien, si ella se sentía bien y cómoda podía ir a saludar.

—Jia —levantó su manita en forma de saludo.

Jimin se inclinó hasta su altura —Hola, pequeña, es un gusto conocerte, soy Jimin y él —señaló a su amigo castaño—, es Taehyung.

—Hola.

—Eres muy linda, Jia.

—Gracias —la cachorra respondió algo ruborizada, escondiéndose detrás de su mami.

El alfa estaba a punto de explotar de amor, viendo la dificultad de su amigo con los recipientes se acercó a tomarlos —Dame eso aquí, Minnie.

Jungkook carraspeó acercándose —Jeon Jungkook, es un gusto.

—El gusto es todo mío, hermano —respondió el alfa.

Namjoon levantó a su cachorra dándole muchos besos en la mejilla, Seokjin estaba intrigado por la actitud de su jefe que no quitaba la vista de ambos alfas, pero las miradas de uno a otro eran tan diferentes.

—Bien Jimin, hace rato le comentaba a mi esposo lo que planeas hacer, en realidad estamos muy agradecidos contigo —se acercó tomando sus manos—. Nos salvaste de un gran apuro.

—No te preocupes, para nosotros será todo un placer, ¿verdad Tae?

El mencionado se acercó —Así es, amamos hacer esto y, aún así, nos pagan —sonrió—. A propósito, Jimin les trajo esto —el alfa se dirigió al omega—. ¿Ella puede tomar chocolate? Porque si no también hay leche caliente.

Seokjin agradecido se acercó, Namjoon tomó el vaso que le tendió su omega, el alfa intrigado preguntó —¿Cómo sabías de Jia?

Jimin se sonrojó un poco, escondiendo sus manos dentro de las mangas de su suéter respondió —Jungkook me comentó sobre ella, como no sabíamos que le gustaría, trajimos otras cosas de más.

—Gracias, Jimin, no debiste molestarte —el omega destapó el vaso soplando el contenido para que su pequeña pudiera beber—. ¿Cómo se dice, amor?

—Gracias, Jibin.

Todos rieron y Seokjin corrigió —Es Jimin, amor.

Namjoon se acercó donde Taehyung y el pelirosa caminó hasta donde Jungkook —Espero te guste, no sabía que traer, es mi favorita.

El alfa recibió regalándole una pequeña sonrisa —Gracias, Jimin, es muy amable de tu parte.

—No es nada.

Park esperó a que el alfa diera un pequeño sorbo, Jungkook se deleitó con el sabor de la cocoa raspando su paladar.

—Creo que desde ayer esto es mi favorito —le observó sobre el vaso.

Un rubor se extendió por todo el rostro de Jimin, Taehyung se acercó hasta donde ellos estaban y justo a tiempo Jongin llamó preguntado si necesitaba algo e informando que abajo estaban otras personas con algunas cosas solicitando a los alfas. Algo desesperado por las dos interrupciones, sonrió forzado.

¿Quién era ese castaño teñido y por qué diablos se acercaba tanto a su alfa?